Buen día nos de Dios. Todos los días leo, escucho, comparto conversaciones donde los demás muestran el cansancio que sienten ante todo lo que les rodea. Del optimismo de otros tiempos hemos pasado al hastío, a la apatía, al todo "me da igual". Nos hemos acostumbrado que se comentan injusticias, que por "nobles" causas se produzcan los mayores atropellos, que el fin justifiquen los medios. Todo parece darnos igual y así no podemos seguir porque es malo para el mundo que habitamos y en definitiva para nosotros. ¿Dónde está nuestro sentido de justicia? ¿ Y la moralidad, la etica, la educación? ¿Hasta donde hemos reducido nuestras creencias, nuestra Fe? Cuando los que somos injustos somos nosotros que se nos presupone una Fe, unas creencias estamos haciendo un daño irreversible a los demás. Los que aspiramos a ser discípulos de Cristo tenemos que evangelizar y dar ejemplo con nuestro testimonio de vida, es decir, ¡Siempre! Que los cristianos no tenemos un horario para serlos, que nuestro compromiso en para todo lo que dure nuestra vida y no para cuando nos interese. Para cambiar el mundo, para que la felicidad inunde todos los corazones debemos hacer de nuestra capa un sayo y cambiar nosotros y para que eso se produzca contamos con la mejor ayuda: La de Cristo Jesús que es nuestro Maestro, nuestro Hermano Mayor, nuestro Señor y Salvador. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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