Buen día nos de Dios. Primer día oficial, es decir, no festivo del año. Hoy observo que viajo en la intimidad, casi en la soledad que dan contados pasajeros. En estas fechas es normal esta afluencia, lo que no lo ha sido tanto la bajada de usuarios que iban a sus trabajos y han dejado de ir. El tren es un gran observatorio de cómo va la cosa, aquí se puede tomar el pulso a la juventud, a los niveles de educación, de saber convivir unos con otros. ¡Qué nunca nos acostumbremos a asombrarnos, a aprender, a interesarnos por el otro! En una Sociedad que ha impuesto unas pautas de marginalidad, de individualismo solitario, nosotros debemos ser esos ojos que den la mano con prontitud a quién lo necesite, pero claro si no vemos o no queremos ver pues todo esto resultará muy difícil. ¡Y la vida es más fácil de lo que nos parece! Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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