uen día nos de Dios. Aunque a veces no comprendamos al otro ni lo hagan con nosotros, aunque seamos criticados y motivo de burla e injuria no debemos pagar con la misma moneda sino con piedad y misericordia. No podemos seguir declarando y profesando la Fe en público y en privado ni me miro ni me hablo con mi hermano. El Papa Francisco nos ha dicho que "quien odia a su hermano es un homicida". Sabias palabras que contienen un mensaje contundente del que estamos obligados a sacar conclusiones para nuestras vidas. No olvides que piedad es Amor hacia los demás y misericordia redundar en ese amor. Todos tenemos débitos en el banco del olvido y es necesario poner nuestras vidas y actitudes en orden para ser y actuar como verdaderos discípulos de Cristo. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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