Buen día nos de Dios. En demasiadas ocasiones nos empecinamos en llevar siempre la razón sea como sea. ¡Y así nos va! No queremos escuchar otras opiniones sino la que me dice mi propio Yo. Los que están conmigo son mis amigos y los que discrepan los reduzco a enemigos sin querer trato con ellos. El mundo se reduce a buenos y malos según mis apetencias. Estos se produce cuando la soberbia entra en mi vida y se hace presente en todos mis actos. Los demás son los demás y Yo siempre he de llevar la razón pues lo que hago u opino se convierten en verdades absolutas. Pensemos que el mundo, la Humanidad entera no gira a nuestro alrededor sino más bien al contrario. Salgamos de nuestro "micromundo" para comprobar que existen diferentes y enriquecedoras formas de ver las cosas y que todos nos vamos complementando con nuestra forma de opinar, de sentir y de hacer las cosas. No es de recibo, y menos entre hermanos en una misma fe, que por pequeñas discrepancias se retire el saludo, se vuelva la cara o se utilice la violencia porque en este caso concreto, como en muchos, el Papa Francisco ha estado iluminado por el Espíritu Santo cuando días atrás dijo: "Quién odia a su hermano es un homicida". Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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