Buen día nos de Dios. Cómo existe el bien también existe la maldad. El demonio está actuando y sólo hay que prestar un poco de atención para ver su iniquidad. Se muestra en actitudes, letras de torcidas canciones, hechos que nos rodean. El diablo nos tienta para hacer cosas que ni pensamos. El Mal esta ahí tan cerca o lejos como queramos verlo. Lo mejor es que el mejor antídoto contra la maldad y quien la dirige es el Amor de Dios. Cuando nos sentimos abrazados, sentimos ese calor que inunda todo y nos reconforta hasta límites insospechados: ¡Ahi está Dios! Y contra Él nada ni nadie puede. Sentirnos de Dios es hacer huir al demonio que nos persigue Trabajar para el Reino de los Cielos es el mejor cometido que podemos ejercer porque así estaremos contribuyendo a que nuestro Padre Celestial se expanda por todos los corazones anhelantes de Él, que son todos. No debemos temer al Mal si conocemos y hacemos el Bien. No debemos temer al demonio si nuestro alfa y omega es Cristo, si oramos con devoción y entra en nuestros cuerpos Jesús Eucaristía. Tenemos el mejor antídoto, ¡Pongamoslo en práctica! Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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