Buen día nos dé Dios.
Cuánto nos cuesta superarnos y tomar las riendas de nuestras vidas para saborearla con toda intensidad.
Hablamos, decimos, escribimos...
Pero nada de lo dicho o escrito vale algo si tu no te mentalizas, si no eres tú el que da el primer paso, si no agarras el timón para navegar de una vez por todas.
Solamente cuando la crudeza nos pone en la realidad de las cosas es cuando en verdad somos conscientes del grado en el que hemos ido derrochando nuestra vida sin ton ni son.
Dios a veces nos da esa segunda oportunidad que tienes que aprovechar al mil por cien, tienes que dar todo de ti, tienes que arrojar todo el lastre que tan innecesario es para aligerar el peso y poder caminar con nuevos bríos por viejos y nuevos senderos.
Dios te da una segunda oportunidad para seguir luchando pero desde la alegría, de la Esperanza.
Dios te ofrece esa nueva oportunidad simplemente porque te Ama.
Y es que el Amor es imprescindible para seguir viviendo.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Hoy mi reflexión va dedicada a mi hermano Leo, él sabe por qué... Con tu permiso cojo esta imagen como la de esta reflexión que me ha salido del mismo alma.
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