Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Ayer fue un día lluvioso de la mañana a la noche, un día para disfrutar de ese calor de hogar que tenemos que buscar, anhelar y conseguir vivir.
Ese calor de hogar que estés donde estés te encuentres en casa, ese calor de hogar donde te sientas feliz, cómodo, tranquilo y querido con solo cerrar la puerta.
Ese calor de hogar se consigue a ciencia cierta delante del Santísimo, en la celebración de la Eucaristía, en los momentos de oración frente a Dios donde quieras que estés.
Ese calor de hogar se consigue cuando trabajas para que los más necesitados también lo sientan porque todos en definitiva tienen derecho a conocer y vivir esa sensación.
Ese calor de hogar se consigue cuando eres capaz de tener un corazón sencillo, humilde, entregado, pacífico,bueno, generoso...
Ese calor de hogar se consigue cuando el Amor se convierte en el alfa y omega de tu propia vida.
Ese calor de hogar es el que siento cuando estoy con los que quiero y sé que me quieren, con vosotros mis queridos y buenos hermanos.
Ese calor de hogar lo siento siempre en todo lugar y ocasión cuando estoy junto a Hetepheres.
Ese calor de hogar también lo siento cuando estoy en La Isla de mi infancia y de mis orígenes pues eso nadie me lo puede quitar.
Y ese calor de hogar lo siento, noto y vivo en este bendito pueblo de Villaluenga del Rosario donde me siento en Casa, en mi Hogar.
Rezo para que tú también sientas ese calor único que vivifica y da sentido a muchos pasos que damos en la vida como es el calor de hogar.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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