Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Este es uno de los lugares que cuando abres la puerta te encuentra directamente con imágenes propias del paraíso.
Las diversas tonalidades en el cielo, el sol como juega con las nubes, los colores que se van conformando desde los más suaves hasta los más impactantes, la eterna montaña...
¿Os imagináis que en un momento lleguemos abrir la puerta de nuestra vida al mismo paraíso?
Para eso tenemos que trabajar todos los días, para ese fin tenemos que dedicarnos a la misión encomendada, hacer que los talentos que Dios nos dio nada más nacer de el ciento por uno.
No, no es fácil cuando el "mundo" te ofrece todo lo que puedes desear a un precio que parece ínfimo y que después no lo es ni por asomo.
Parece que te diga: "Tenga todo por solo apartar a Dios de tu vida y vender tu alma al mismo diablo".
Esos son los que dicen que la felicidad no es duradera, que tanto tienes, tanto vales, que todos tenemos un precio lo único es que hay que conocer cual, que todos en verdad somos cobardes que preferimos una vida "tranquila" sin compromisos añadidos que son pérdida de tiempo...
Pero qué queréis que os diga: Prefiero mil millones de veces vivir una vida en santidad, nadando contracorriente, no siendo tan "famoso" para el mundo sino ser verdaderamente conocido para Dios y también a los que son mi prójimo no por ser del mundo sino que por trabajar por el Reino de los Cielos para que pueda alguna vez lograr ese anhelado deseo: El de abrir la puerta de mi propia vida a la inmensidad del Paraíso donde radica la Paz, la Felicidad, la Esperanza sin límites, el Amor absoluto que es lo mismo que decir con el mismo Dios.
Lo demás se lo dejo a esos que prefieren vivir a puertas cerradas porque se niegan conocer y recorrer el único Camino que nos lleva a la Verdad y a la Vida.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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