domingo, 26 de febrero de 2017

26 de febrero. El color de mi horizonte...

La imagen puede contener: cielo, montaña, exterior y naturaleza


Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Estar sentado en la Atalaya es tener el privilegio de que al mirar solamente por la ventana te encuentras con la inmensidad sin necesidad de hacer ningún esfuerzo.
Y quiera que no mi mirada ha captado ese instante que se refleja en la fotografía que preside esta reflexión pues he visto dibujado ese horizonte que todos tenemos, que algunas veces aparece nublado y que al final, cuando menos lo esperas, los rayos de ese sol nuestro de cada día que representan la vida, la ilusión, la alegría, la Esperanza, vuelve cuando ya creíamos todo perdido.
Nos cegamos en nuestra ceguera y nos perdemos en los laberintos que nos advierten de la poca Fe que atesoramos en realidad. Fe en Dios y también en nosotros mismos.
Fe para levantarte todos los días y VIVIR.
Fe para seguir adelante con los brazos abiertos.
Fe para ayudar al que lo necesita.
Fe para hacer lo que tengas que hacer y decir lo que tengas que decir.
Fe a la hora de la enfermedad, los problemas y la propia muerte.
Fe en tí, hermano mío, para tenerla también en mí.
Fe en Jesús que nunca nos abandona a pesar de que nosotros lo esquivemos más de la cuenta.

Sí, hoy he vuelto a mirar mi horizonte de cada día y entre las densas nubes he vuelto a ver esa luz que se colaba y nos anunciaba que nada está perdido si nosotros no nos rendimos.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

2 comentarios:

  1. Enrique Montiel Yo sé ver lo que tú ves y apreciar lo que tú aprecias en estos colores con los que no hemos nacido pero que llenan de paz nuestra alma, Jesús. Muy buenos días. Disfruta de algo tan elemental como ese aire, esos colorees, ese regalo de cada día.

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  2. El comentario anterior es del prestigioso escritor Enrique Montiel Sánchez. ¡¡Gracias querido amigo por entender cuanto siento!!

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