sábado, 4 de junio de 2016

4 de junio. Azul cielo.


Buenos días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
¿Os habéis fijado que bonito está hoy el cielo?
Azul inmenso que parece un mar eterno.
El cielo de Villaluenga que está rodeado por montañas nos acerca con solo echar un vistazo a lo sublime, a lo espiritual porque aquí la trascendencia está al alcance de la mano.
Azul inmenso que me recuerda a María, Madre de Dios y nuestra, que con su inmenso Corazón acogió las palabras de Dios por medio del Espíritu Santo, las Palabras y vida de Jesús, que es fruto bendito de Su Vientre y que Ella cobijó en sus entrañas, y acoge cuando nos sucede a diario a nosotros hijos suyos por decisión de Cristo antes de morir en la Cruz.
Jesús nos regala a diario tanto que nosotros en nuestra propia ceguera no somos capaces de apreciar.
Nos regala el regalo de un nuevo día inmenso donde todo está por hacer, donde cada uno desde nuestro lugar podemos poner nuestro granito de arena. Poner nuestra coma en el gran escrito de este reluciente día.
Nos regala cuanto tenemos que no tiene que ser material, nos regala la belleza de contemplar su obra con solo abrir la ventana.
Nos regala a nuestros hermanos para que hagamos algo por ellos: Una llamada, un saludo, una sonrisa, una conversación, una necesaria ayuda. Pero todo tiene que salir del corazón pues lo que se haga de otra manera suena a falso e hipócrita y hace más daño del que creemos presuponer.
Dios nos regala la alegría de ser sus hijos y deposita su confianza en nosotros para que transmitamos a todos el Amor más absoluto y a la vez desprendido. Y Amar de la manera que nos quiere el Padre es también luchar por lo que crees y en quienes crees. Arrimar el hombro para plantar cara a las injusticias vengan de donde vengan.
Sí, somos unos privilegiados por ser hijos de Dios y por tener una Madre que, como la nuestra en la tierra, es todo Corazón.
Hoy es un buen día para ser "Todo Corazón".
¿Eres capaz de serlo?
Cuesta muy poco y los beneficios son tantos...
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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