Buenos días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
Estoy escribiendo delante de mi chimenea que a estas altura del calendario aparece sin ceniza y también sin el uso necesario que ofrece en los tiempos de frío.
La veo que me mira como diciéndome: ¡También a mi me llegaron las vacaciones!
Y es que todos merecemos un merecido descanso, una necesaria desconexión, aunque con la que está cayendo no nos lo podemos permitir.
Es ahora donde se está fraguando una dura batalla entre el Bien y el Mal y si los que estamos encuadrados en las filas del primero dejamos de hacer y contribuir la maldad hará creer que ha vencido y que todo el monte es orégano.
¿Llegará alguna vez el descanso? Sí, cuando nuestros ojos se tornen a esta vida mortal para abrirlos ante la Vida que nos ofrece Dios más allá de la muerte. ¡Entonces descansaremos! Mientras tenemos que seguir en nuestra particular labor para hacer llegar a todos el mensaje de Amor, de Esperanza y de Fe que es Dios en si mismo y que quieren eliminar como sea no solo del espacio público sino también del privado porque el maligno no se conforma con medias tintas.
¡Hay que acabar con Dios! ¡Dios no existe y además es el culpable de todo!
¿Y si no existe como es el culpable?
Pues aquí estamos nosotros para defender y ofrecer nuestro testimonio de vida que es testimonio del Amor que el Señor nos ha impregnado.
Sí, mi querida chimenea ha tomado un necesario y merecido descanso aun a pesar de eso cuando la miro siento el calor y la calidez que desprende incluso estando apagada.
Ese debe ser el corazón de un cristiano pues siempre debe dar calidez y calor como muestra del Amor que Dios nos tiene a todos creyentes o no.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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