Buen día nos de Dios.
Dicen que la distancia es el olvido y si nosotros nos lo proponemos puede ser hasta verdad.
Y es que todo depende de todos!
Para olvidar no hace falta el irse muy lejos pues tan solo se necesita estar predispuesto a ello. Uno no olvida por casualidad sino porque esa otra persona tampoco le importa demasiado.
El olvido es doloroso si han habido lazos de cariño y da igual cuando desde siempre ha dado igual.
El verdadero amigo no siempre te llama, te acompaña, es el que pase lo que pase, esté a miles de kilómetros, bien sabes que puedes contar con él porque formas parte de su vida. Así de sencillo!!
Os contaré un caso que ilustra esta reflexión: Un amigo mío de los de toda la vida, que hemos compartido muchos buenos y no tan buenos momentos. No nos vemos casi nunca, más bien puede pasar años sin saber el uno del otro.
Este amigo mío se casa y me llama para decírmelo, para que ese día esté con él. Me llama para pedirme que sea su testigo de la toma de dicho. Cosa que me emociona y me enorgullece a partes iguales.
En este caso como en tantos se demuestra que la distancia no tiene por qué ser olvido salvo que se tenga una predisposición clara a olvidar.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.