Buen día nos de Dios. ¡Señor manda trabajadores a tus mies! ¿Cuánto tiempo dedicamos a evangelizar? Podremos pensar que esto de ir anunciando el Reino de Dios es muy complicado, que no sabemos llegar a los demás, que no somos tan doctos en la materia para saber que decir... Evangelizar es más fácil de lo que parece porque en primer lugar tienes que querer, tienes que tener voluntad y una vez tomada esta importante decisión ponerte en Manos de Dios que te irá indicando y poniendo en tus labios palabras de verdad. Puedes empezar en un ámbito más íntimo, más cercano y más difícil como es la familia, los amigos, los compañeros de estudios y de trabajo, los que te conocen bien para después ir abarcando otras latitudes. Cuando se empieza a hablar de Dios, de lo que significa para nosotros, de lo que es para nuestra vida, de lo que puede hacer con las vidas de los demás, cuando se anuncia un Reino como este donde no hay vasallaje ni servidumbres sino amor, hermandad, fraternidad, donación, caridad, servicio a los demás, cuando todo esto lo vives en primera persona entonces, y solo entonces, no habrá nada ni nadie de este terrenal mundo que pueda acallar de tus labios las maravillas que hace nuestro Padre Celestial con cada uno de nosotros. ¡Vive la felicidad que es Dios y anúncialo por todos los confines de esta Tierra tan grande y tan chica como la queramos ver! Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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