Buen día nos de Dios. Seguir embelesados a Jesús. ¿ Hay algo mejor que se pueda hacer? Y seguirlo con todas sus consecuencias entregando mi vida a la radicalidad del Amor. No es fácil la encomienda que hoy traigo a mi diaria reflexión porque esa radicalidad supone una donación absoluta a Dios y a Su Reino sin condiciones ni condicionantes. Soy de Dios y que en Su Infinita Majestad haga de mi lo que crea oportuno. ¿Estamos dispuestos a esa entrega total a los planes de Dios? Él nos deja, cómo siempre, libertad para decidir. ¡Tú decides! Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario