Buen día nos de Dios. Hoy Jesús me ha hecho un buen regalo de cumpleaños. Mi lectura preferida, la que me ayuda siempre y la que toca mi corazón cada vez que la leo y medito: "Exclamó Jesús: Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera". ¿Cuántas veces a lo largo de nuestra vida no nos hemos encontrado cansados, agobiados, sin saber por donde salir y menos por donde tirar y en ese justo momento aparece una mano amiga, que ni siquiera esperas, y te ayuda grandemente. ¡Esa es la Mano de Dios! En Él encontramos lo que es el verdadero descanso y con Él podemos con su yugo y carga, que son las nuestras, que parecen pesadas y son ligeras. Aunque para encontrar este necesario descanso de alma y cuerpo hemos tenido que pasar un auténtico reciclaje que nos haga mansos, humildes de corazón. En un corazón pétreo no tiene cabida Dios, en uno manso se instala y hecha raíces de felicidad. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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