Buen día nos de Dios. Tenemos que percibir entre todos la alegría que es sentirse amado y más en las fiestas que estamos a punto de entrar. ¡Qué bien le iría al mundo si todos nos sintieramos querido, valorados y nunca temidos y odiados. No olvidemos que el odio trae mas odio, dolor, deseos de venganza. En definitiva tristeza. Tenemos la obligación todos los cristianos, que somos conscientes del Amor que Dios tiene para con nosotros, de dar nuestro amor, nuestro apoyo, nuestra admiración y respeto a todos esos que se encuentran desvalidos de los sentimientos más nobles, esos que están perdidos en la ciénaga del dolor y la desesperación. En definitiva Cristo vino al mundo para salvarnos y entregarnos todo el Amor que nos tiene y ahora somos nosotros, sus discípulos, lo que tenemos que donar nuestro Amor a todos los demás. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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