Buen día nos de Dios. "Hoy nos ha nacido el Señor, nuestro Mesías y Salvador". Hoy 25 de diciembre ya está instalado en el pesebre de nuestro corazón el cuerpecito del pequeño que nos observa con miradas de Amor, dulzura, entrega, misericordia, perdón... ¡Con mirada de Dios! Y nosotros les hemos abierto las puertas de nuestras almas para que se quede para siempre, para que eche raíces y nos haga definitivamente hermanos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad e hijos de un mismo Dios. Cuando miramos a un niño, que es la inocencia personificada, estamos observando, a lo mejor sin saberlo, a nuestro Amado Jesús que también, como nosotros, fue un Niño. ¡Qué no perdamos nunca la mirada de los niños que somos pues nos acercará a Dios! Parece que queremos crecer muy rápido en todo, todo lo sabemos y decimos estar preparados y, poco a poco, nos vamos olvidando de que la verdadera pureza está en el corazón de un Niño que nació hace más de dos mil años en Belén y que cada año renueva ese nacimiento en nuestros anhelantes corazones. Por eso hoy he querido acompañar esta reflexión mañanera de todos los días con la estampa de nuestra "particular felicitación navideña". No olvidemos que en el Amor está comprendido todo. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo. ¡¡FELIZ NAVIDAD!!
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