Buen día nos dé Dios.
Vuelve el viernes y con él un nuevo y deseado fin de semana porque salvo lo que estéis en vacaciones el resto ponemos cada lunes nuestro piloto automático con el enorme deseo de que llegue este día.
Ponemos el piloto automático para que pasen pronto los días y no nos damos cuenta que con estos también se nos está pasando la vida.
¿Por qué necesitamos que llegue el "fin de semana"? Porque pienso que los días que lo preceden estamos demasiado atareados con labores profesionales, estudios, trabajo en casa, problemas, obligaciones, compromisos que poco a poco nos van ahogando, poco a poco nos limitan tanto que llegamos a la hora de dormir con profundo cansansio para después al siguiente día sea igual o incluso peor.
Los fines de semana son esa puerta abierta al descanso, aunque descanses menos, a desconectar de casi todo, de poner la mente en modo apagado para disfrutar de lo que te gusta, de los tuyos y con lo tuyo. Ahora en verano, quienes puedan coger vacaciones, pues pueden experimentarlo de primera mano.
Pero esa desconexión, ese necesario descanso, también conlleva el convivir más con tu pareja, con tu familia, con los que te rodean a diario y no ves porque tienes mucho que hacer.
Es un dato que después de unas vacaciones muchas parejas se separan porque no se han aguantado durante los días de descanso, se separan después de años de relación, se separan porque cada uno ha hecho su vida olvidando la común que dejaron apartada en un momento determinado y cuando se reencuentran pues ni se conocen ni quieres intentarlo. Estos casos existen y en verdad causan inmensa tristeza pues demuestra bien a las claras que clase de mundo y de sociedad estamos construyendo.
Y cuando una pareja se separa el sufrimiento es de los dos pero las verdaderas víctimas son los hijos que quedan para siempre desgarrados en sentimientos y según la clase de educación que reciban, según el grado de odio que se tengan sus padres, así se convertiran en seres más interesados y egoístas que al contrario.
No creo seamos conscientes del mucho mal que estamos haciendo dejándonos influir por una sociedad en el que prima el Yo mientras el Tú, el nosotros, y los demás importan un bledo.
Estos son ejemplos de que en nuestro día a día hemos puesto nuestras apetencias como primer objetivo y nos hemos olvidados de Dios, del Amor de Dios...
Una sociedad tan individualista que solo piensa en sí misma está carente sobre todo de Amor y más de lo que es y significa Dios en nuestras vidas.
A lo mejor si nos dejamos más en sus manos, más que nos lleve por esos cauces tranquilos que pueden parecernos trepidantes, podamos resurgir como personas que prefieren Amar a ser amados, Consolar a ser consolados, Escuchar a ser escuchados, Acompañar a ser acompañados, Perdonar a ser perdonados, Dar la vida por los demás, que puede ser tu pareja, tu familia, tus seres queridos como esos que no conoces de nada pero necesitan de ti, que vivir por vivir llevando una existencia anodina, pobre, y con ese horizonte siempre lejano que en verdad nunca llega...
¡Feliz viernes y fin de semana!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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