Buen día nos de Dios.
Cuanto más transito el camino de la madurez más pienso que nuestra vida es el conjunto de lo que Dios me ha dado y lo que he trabajado para conseguirlo. El esfuerzo, el sacrificio, el pundonor, son inmensamente necesarios para entender un poco como va todo porque sabemos de primera persona que en esta vida nada es gratis sino que se consigue con esfuerzo, con dedicación, con constancia.
Por eso me sorprende tanto que muchos sean jóvenes o menos jóvenes piensen que todo lo que tenemos ha caído del cielo, todo es regalado, todo viene a ti sin tener que hacer nada para conseguirlo. Queremos un estado de bienestar donde todos los disfrutemos pero que solo algunos aporten su necesario granito de arena. El bienestar social se consigue si todos aportamos y aunque nos cueste el ponernos de pie y seguir hacia adelante haciendo frente a las responsabilidades tenemos que hacerlo por todos y también por nosotros.
Lo que no es justo es que solo algunos arrimen el hombro mientras otros se muestran tan tranquilos y no hacen absolutamente nada para aportar algo a la sociedad en la que vivimos. Una sociedad muy egoísta, difícil, individualista, con demasiado afán de protagonismo y con demasiada desgana para remangarse para sacar todo hacia adelante.
Y remangarse es pagar nuestros impuestos.
Remangarse es mantener limpias nuestras calles.
Remangarse es proteger el medio ambiente y con él nuestros mares y montañas.
Remangarse es no ser imprudentes a la hora de utilizar el campo a nuestro acomodo en tiempos de sequía pues los incendios no solo queman árboles sino que nos quita la misma salud.
Remangarse es ser prudente en la conducción.
Remangarse es servir a los demás y nunca ser servido.
Remangarse es tener una actitud de colaboración con tu Pueblo o Ciudad fomentando lo bueno que tiene porque eso siempre es beneficioso y lo malo decirlo donde hay que hacerlo que por supuesto no son las redes sociales.
Remangarse es tener una actitud de prudencia en el consumo del agua que es vida para todos.
Remangarse es cuidar y proteger a los animales.
Remangarse es estar atento a tu prójimo, a tu vecino, a tu amigo...
Remangarse es cuidar a tu Familia, amarlos, quererlos sobre todo y todos.
Remangarse es defender lo que crees y también lo que opinas.
Remangarse es ser un activo miembro de la Iglesia y estar dispuesto a ayudarla en la forma y modo que ella así lo estime.
Remangarse es cuidar y apoyar a nuestros sacerdotes.
Remangarse es decir a cara descubierta que eres de Dios y que estás aquí colaborando para hacer un mundo mejor en un claro servicio hacia Él.
Tenemos que remangarnos porque gratis es la vida que nos regala el Señor, gratis es el Amor, el Perdón, la Misericordia, la Fe, la Esperanza y gratis también es la muerte.
Todos estamos convocados a contribuir con el mundo para hacerlo un poco mejor y todos tenemos que remangarnos para que así sea.
¡Feliz lunes y semana!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario