Buen día nos dé Dios.
¿Qué sujetarías con un clip? ¡Papeles! Es la respuesta más normal del mundo.
Pero te atreverías a sujetar con un clip la mejor de las sonrisas para que te durara todo el día. Sonreír no cuesta nada y hace mucho bien.
¿Te atreverías a sujetar con un clip un abrazo? Son muchos los que lo necesitan, son muchos los que ansían sentirse queridos y apoyados.
¿Te atreverías a sujeter con un clip los sentimientos de bondad, de cariño, de servicio a los demás, de no mirar tanto para tí sino para quién tienes delante? En un mundo demasiado individualista estamos perdiendo la costumbre de relacionarnos con el resto de nuestros semejantes, de prestarle ayuda cuando la necesiten, de ofrecerle ese calor que sale desde el corazón cuando sientan el frío de la soledad, del abandono, de la angustia...
¿Te atreverías sujetar con un clip tu Fe, tu Amor por Dios, tu sed de Jesús? Te diría que más que un simple clip pero por algo se empieza. Nos estamos olvidando por voluntad propia del Señor y así nos está yendo en la vida. No leemos el Evangelio, no nos confesamos, no celebramos la Eucaristía, no comulgamos, no adoramos a Cristo Sacramentado, no nos alimentamos espiritualmente y después vamos por la vida como un templo vacío, frío, desacralizado.
Es necesario vivir en Dios para comprender las cosas de los hombre, es inmensamente imprescindible el sabernos moradores del Reino de los Cielos para trabajar a destajo en este mundanal reino.
¿Te atreverías sujetar con un clip un beso y dárselo a quién lo necesita?
¿Te atreverías a sujetar con un clip un "Te Quiero", un "Te Necesito", un "Eres imprescindible para mí"? Sujetarlo para ofrecerlo no para quedártelo para ti porque todo en la vida que no se comparte al final termina olvidándose y pudriéndose en el arca del olvido.
Y tú, ¿qué te atreverías sujetar con un simple clip?
¡Feliz viernes!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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