lunes, 11 de febrero de 2019

11 de febrero. Todos podemos hacer algo...

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Buen día nos dé Dios.
Feliz lunes y semana.
¿Te has dado cuenta de que hoy empieza todo de nuevo? Dios nos ofrece el inmenso regalo de levantarnos para poder colaborar, en la medida que podamos, en hacer un mundo algo mejor. Si todos nos uniéramos, todos nos pusiéramos a una a trabajar codo con codo por sacar esto hacia adelante, en vez de quejarnos como va todo, otro gallo nos cantaría.
Es verdad que los poderes del mundo hacen y deshacen a voluntad según su parecer e interés, pero nosotros, dentro de nuestra modestia, también podemos colaborar para ir cambiando todo un poco a mejor.
Preocupandonos del otro, atendiendo sus demandas, sus problemas..., soñando con sus sueños.
Colaborando en lo que podamos para hacer algo que se necesita hacer ya sea con medios económicos, implicación más personal o llamando a algunos que saben pueden aportar.
Procurando proteger nuestro medio ambiente que es nuestro nunca lo olvidemos.
Manteniendo limpios nuestros pueblos y ciudades porque muchas veces pensamos eso de que lo limpie otro...
Intentemos mantener una linea vivencial humanista donde el ser humano, que no olvidemos ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, tenga la dignidad que se merece siempre.
Procuremos llamar a esa persona que hace tiempo no hablamos con ella o hagamos el esfuerzo de levantarnos de nuestras propias comodidades y vayamos en busca de nuestro prójimo esté como esté porque siempre es necesario un abrazo, una palabra de cariño, de apoyo...
Sí, tenemos toda una semana para hacer mucho, para construir mucho, para poner nuestro granito de arena que siempre será necesario. El quedarse parado, esperando que otro lo haga, sin hacer nada además de una pérdida de tiempo es perder una ocasión única en colaborar para hacer un mundo mucho mejor desde un aspecto más íntimo, más personal, más cercano.
Y todo cuanto hagamos se lo ofrecemos al Señor para que todo nuestro trabajo, toda nuestra siembra, dé frutos si Él así hace su divina voluntad.
Feliz semana, feliz lunes, feliz día.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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