25 de febrero. "Todo es posible para el que cree".

"Todo es posible para el que cree" nos dice hoy Jesús en el Evangelio.

¿Creemos? ¿En qué o en quién creemos?

Jesús nos enseña las profundidades de la Fe con palabras sencillas, con parábolas nos muestra la grandeza de Su Vida por medio de la Palabra. Jesús no para ni un segundo de enseñarnos el camino que es Verdad y Vida, Jesús nos quiere coger de la mano para guiarnos a verdes senderos llenos de Esperanza.

Pero nosotros seguimos embarrados en nuestro mismo barro, mirando sin ver, escuchando sin oír, alejando nuestra mano de la mano de Jesús, creyendo sin creer...

¿Por qué no da miedo ser de Cristo? ¿Porque siéndolo de verdad, al 100%, nos arriesgamos a ser transformados de arriba abajo, de dentro para fuera, hasta perder nuestra "identidad" para vivir según los designios de Dios? ¿No queremos que el Amor entre en nuestras vidas? ¿No necesitamos creer? ¿Es que queremos que todo acabe aquí? ¿Nos atemoriza la Vida Eterna?

¿Qué nos pasa? ¿Preferimos seguir odiando a amar sin fisuras? ¿Preferimos seguir sufriendo a vivir en plenitud? ¿Preferimos alimentarnos de la eterna duda a vivir en la plenitud de la fe?

Cada día, cada instante que pasa, cuanto más débil e inseguro me encuentro, veo la mano de Jesús afianzando mi caminar. Creo que Él me salva y salvará en la final de mi tiempo, Creo que todo es posible si Cristo vive en mí y dejo con total confianza sea quién haga y deshaga en mi vida según su voluntad.

¡Deja entrar de una vez por todas a Cristo en tu vida! ¡No te arrepentiras!

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.