Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Hoy Jesús nos habla por medio de su Evangelio con palabras que tranquilizan aun más nuestros corazones. Os diré que en ellas encuentro mi descanso.
"Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera."
Es una invitación a sabernos guiar y cogernos de su mano para caminar cada día a cada instante.
Llevamos una vida que incluso podríamos calificar de agobiante en muchos momentos donde las preocupaciones, el desasosiego, las enfermedades, el abandono e incluso la soledad nos acaban agotando física y mentalmente.
Estamos metidos en tantos "frentes" que nuestro cansancio se torna en agotador y eso hace que el solo hecho de afrontar una situación suponga un atroz esfuerzo.
La coherencia en esta vida se paga a precio muy alto, la valentía en tus planteamientos, en tus creencias, en ofrecer tu opinión puede hacer que carguen contra ti sin atisbo de piedad.
Será porque somos los mismos en los mismos frentes, será que poco a poco vamos cumpliendo años, será que lo que nos rodea y quienes nos rodean en algunas ocasiones nos dejan solos, será que nos sentimos desprotegidos, será...
Pero Jesús, que es la única Verdad de nuestra vida, nos ofrece sus brazos abiertos, nos otorga el verdadero descanso, nos hace una llamada a nuestro corazón hacia la humildad y la sencillez, nos invita a cargar con su yugo, con su cruz que también es la nuestra, para así de esta manera alcanzar la Salvación.
Jesús nos dice por activa y por pasiva que no estamos solos.
Por eso hay que seguir proclamando su Palabra de Vida a todos y en todo momento aunque nos ataquen, ofendan o intenten destruirnos porque sabemos que Él es nuestro descanso.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario