Buen día nos de Dios.
Creo que no pensamos en la importancia que tiene el desear un buen día a los que nos rodean estén lejanos o cercanos.
Es un acto de buena voluntad, de desear lo mejor a todos. Es un gesto también de entrega ciertamente generosa y me explico.
Si deseamos un buen día a una persona querida este sentimiento será correspondido de inmediato aunque si se lo deseamos a esa persona que bien se ha preocupado de hacernos daño, insultarnos y fastidiarnos que seguro que nuestras buenas intenciones no se verán correspondidas estamos realizando un gesto de Amor hacia quienes por algún motivo nos odian.
Esa es la actitud que Dios quiere de nosotros y más en esta Cuaresma, en este año de la Misericordia.
Un "buenos días" no es simplemente un saludo convencional sino un deseo de que al otro todo le vaya bien.
A qué de este modo todo se ve diferente?
Pues yo os deseo a todos, cercanos y lejanos, amigos o no, con todo mi corazón que hoy sea un gran día donde seáis felices en el momento y circunstancias que estéis viviendo porque no debemos olvidar que se puede ser muy desgraciado cuando te rodea la alegría y ser feliz en los momentos de dificultad. Todo depende si ponemos o no nuestras vidas en las manos del Señor.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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