Buenas días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
Cuando uno abre la ventana y se encuentra que el día ya ha nacido con impresionante belleza tiene por fuerza que acordarse del Señor y darle Gracias.
Siempre estamos pidiendo, implorando, rogando, y eso es bueno porque vemos que en realidad no somos ni tan fuertes ni tan poderosos como nos creemos sino débiles y frágiles ramas de un inmenso árbol.
Dios siempre nos escucha, ayuda y protege aunque también no está de más agradecerlo todo lo que a cada instante hace por nosotros porque todas las experiencias de nuestra particular vida no sucede por error o equivocación sino para que maduremos en la fe y a su vez nos salvemos.
El camino ya sea llano o pedregoso es siempre bueno en compañía de Jesús.
Hoy no quiero extenderme en demasía aunque quiero traer unos de los poemas de mi querido Antonio Bocanegra, inmenso poeta y escritor, de su último libro "Dios entre mis manos" que tanto gozo está ofreciendo a mi alma enamorada de Cristo.
JESÚS
Es Tu mirada consuelo,
luz que alumbra y regenera,
esa fuerza que se espera
para aliviar yo mi duelo:
es el pecado, que es hielo
y el alma deja aturdida,
que si ser hombre es caída
tener bien cerca Tu mano
hace el camino liviano
y mi flaqueza vencida.
Recibe mi querido hermano, un fuerte abrazo, y que Dios nos siga bendiciendo.
Quiero dedicar mi reflexión a mis queridos Antonio Bocanegra, a Agustina Valle Tendero porque ellos abren ventanas donde solo hay oscuridades.
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