Buenos días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
Jesús nos advierte que a pesar de las durezas, los desprecios, las persecuciones no nos detengamos y sigamos caminando anunciando su Evangelio.
Nos exhorta a entrar en cualquier lugar pues en todos los lugares es necesario su Mensaje de Vida Eterna.
Nos indica que no seremos profetas en nuestra tierra porque es allí de donde somos donde más dudarán, más nos marginarán, más insultos, menosprecios y miradas llenas de ignominia nos dirigirán.
Pero también nos dice que a pesar de los pesares llevemos el Reino de Dios a todos los rincones del mundo, en los lejanos y cercanos, en tu tierra o en otras porque para Dios toda la tierra y todos los hombres tienen la misma consideración.
Dios nos ama a todos por igual lo malo es que nosotros no lo amamos a Él en la medida que usa para nosotros.
Nosotros vemos el Amor no tanto con el corazón sino con la mirada y hasta que dejemos de ver con los ojos y lo hagamos con el alma no comprenderemos tantas cosas que nos estamos perdiendo por nuestra propia, limitada, voluntaria, ceguera.
Bueno, no seremos profetas en nuestra tierra, ¿Y qué? ¿Es ese un motivo para no seguir anunciando el Reino de los Cielos?
Esa situación hace más fuerte, más entregada, más desprendida nuestra misión.
Y después que se ría el que quiera porque al llevar en el corazón a Cristo y ver a todos por sus ojos nada nos hará daño pues la Alegría del Amor camina con nosotros.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Quiero dedicar mi reflexión a mi querida Asun Casaseca en su día. ¡¡Muchas felicidades!!