Buenos días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
En el trayecto de la vida te vas encontrando con muchos que peregrinan en ella. Sí, he dicho bien pues nosotros somos peregrinos pues caminamos caminos que nos lleven al verdadero Hogar que está junto a Dios.
Con algunos coincides un tiempo y después cogemos veredas distintas y a lo mejor ya no nos volvemos a encontrar, con otros te encuentras y lo que más puede haber es un simple saludo, con otros ni siquiera eso pues muchas veces vamos a nuestras cosas y eso hace que no veamos ni lo que tenemos enfrente.
Y con otros compartes el trayecto o lo que es lo mismo la propia vida.
Ese es para mí Joaquín Seco Hernández.
Eterno caminante que se apoya en el cayado de la fe, en el bastón de la Familia, en su inmenso, desprendido, entregado Amor a Dios sobre todas las cosas.
Eterna alma errante que camina por el mundo, se preocupa por las cosas del mismo, se implica en cambiar lo que tiene en su mano hacerlo para que el Reino de los Cielos les pueda llegar a todo el mundo, que todos conozcan la inmensa Alegría llena de plenitud que significa ser hijos de Dios.
Sí, Joaquín es un peregrino que como buen discípulo hace su particular apostolado por donde va. Él bien sabe que la coherencia, la valentía, las palabras que en un momento determinado salen de nuestras bocas o de esta inmensa página en blanco virtual es cosa del Espíritu Santo.
Él, como yo y como todos, hemos tropezado, caído pero con la férrea voluntad y la ayuda del Padre que siempre va al encuentro del hijo pródigo nos volvemos a levantar, nos ponemos en camino, nos agarramos a las firmes, poderosas manos llenas de Amor infinito de Padre y le decimos a corazón abierto: "¡Hágase en mí según tu voluntad!"
Y tanto Joaquín, como yo, como tantos necesita, necesitamos, horas y horas de oración, de adoración ante el Sagrario, de retiros espirituales que en demasiadas ocasiones es retirarnos "fuera del mundo" para ver y comprender con claridad que es lo que Dios quiere de nosotros.
Hoy mi hermano Joaquín Seco cumple años y yo le felicito de hermano a hermano con el cariño que sabe le profeso. Pero hoy para mí es un día de acción de gracias porque el Señor ha puesto en el trayecto de nuestras vidas, de la mía y de la de Hetepheres, a nuestro querido hermano.
Sí, hoy le doy gracias a Dios porque nos ha iluminado con un hombre que nos da ejemplo diario, nos acompaña en el trayecto que llevan al verdadero camino, al Hogar, por su cariño, apoyo constante.
Hoy le doy gracias a Dios por haber puesto en el trayecto a tantos peregrinos que me han enseñado y enseñan a diario a mirar con los ojos del alma y del corazón.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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