Buenos días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
Domingo de Misericordia, domingo donde sentimos que el Amor de Dios nos envuelve por todos los lados.
Domingo de entrega, de servicio, de compromiso con la encomienda que nos realiza a diario el Señor.
Domingo de Eucaristía, de adoración al Santísimo en el Sagrario, de vivir en Jesús y hacer que Él forme parte de nuestra cotidianidad. Hoy, y mañana, siempre vale para hablar de Dios en el mundo.
Domingo de defender nuestra Fe por medio de la Misericordia.
Domingo para ser y hacer Iglesia en cualquier lugar como esta pequeña Ermita como esta de San Gregorio que está situado en este bendito pueblo ante la inmensidad de la montaña que nos rodea.
Domingo para coger la mochila cargada de Fe, Esperanza, Caridad, Alegría en el Amor al Señor y llevarlo por esos caminos que nos ponga.
Domingo para elevar la voz y defender a nuestra Madre Iglesia, a los sacerdotes, diáconos y fieles laicos que entregan más que su vida por el que nos dio y da la Vida.
Domingo para rezar y apoyar a nuestros hermanos los cristianos perseguidos que entregan sus vidas por la fe.
Domingo para defender la Vida ante la cultura de la muerte que nos quieren imponer a toda costa.
Domingo para ver y tocar pero sobre todo creer en Cristo nuestro Salvador.
Sí, hoy Domingo de la Misericordia es extraordinario para vivir en coherencia nuestra vida.
Que la Misericordia de Dios nos ilumine: ¡SED VALIENTES!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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