Buen día nos de Dios.
Qué difícil se ha puesto lo de echar una carta en el buzón!!
Cada día hay menos, en algunos sitios han desaparecido, y para enviar una carta tienes que esperar una cola en la oficina.
Dicen que cada día se escriben menos cartas y es verdad pues entre las nuevas tecnologías y los obstáculos se te quitan las ganas.
Soy de escribir pocas cartas pero las que son salen de mi puño y letra pues siempre será más cálido, más de uno.
Hoy voy a poner este imaginario buzón para que cada uno introduzca sus misivas porque estas cartas bien pueden ser plegarias, oraciones, reflexiones, deseos, proyectos...
Todos tenemos esa carta que no está debajo de la manga sino en lo más profundo del corazón.
Esta carta tiene el franqueo pagado y llega seguro a tiempo.
Esta es tuya y por tanto íntima e intransferible que puede tener muchos destinatarios aunque siempre al final siempre sea al mismo: Dios.
A ver si entre todos llenamos este buzón que aunque amarillo para todos es verde Esperanza.
Cuento con tu carta?
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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