Buen día nos de Dios. Por sus frutos los conoceréis, dice Jesús. Nuestra vida es un continuo dar frutos e intentar que sean buenos. ¿De qué nos sirve hacer mucho si lo que hacemos sirve al Mal? Tenemos que trabajar con ahínco e ilusión para hacer siempre el bien que es lo que construye y hace feliz a los demás. Dar buenos frutos es haber cuidado la tierra abonada con buena semilla y eso se hace con dedicación y sacrificios. Dar buenos frutos es ponernos en Manos del Espíritu Santo para que nos guíe en nuestro particular caminar, dar buenos frutos es ser unos consecuentes hijos de Dios. Todos podemos hacerlo aunque me pregunto y te pregunto: ¿En verdad hacemos todo lo que está en nuestras manos para dar buenos frutos? En tu respuesta está la conclusión. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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