Buen día nos de Dios. ¡Qué bien se empieza la mañana rezando y saludando a todos nuestros queridos hermanos con un "buen día nos de Dios"! El día lo debemos comenzar bien para que sea fructífero en todos los sentidos y para que así suceda debemos encomendar todos nuestros afanes al Señor. Ni todos los días serán impresionantes ni todos serán sombríos aunque si todos son necesarios para nuestra realización personal. El rezar cada mañana, el compartir un saludo de buenos días con tus hermanos en la fe es como cuando se abre una ventana y entra por toda la casa el frescor del amanecer. La vida, mis queridos y buenos hermanos, es compartir porque si no nos volvemos demasiado huraños con los demás y también con nosotros mismos. Hoy el calor envuelve esta parte del mundo donde habito aunque cuando compartimos nuestras experiencias, nuestros conocimientos, nuestros sentimientos todo se hace más ameno y llevadero. Ya lo sabes hoy es un inmejorable día para rezar y para compartir con las personas que quieres y te quieren. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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