Buen día nos de Dios. En un mundo con demasiadas prisas, demasiadas preocupaciones y ocupaciones donde nos vamos dejando trozos de nuestra propia piel en el cada vez más angosto camino vamos necesitando como el respirar el tener Paz de espíritu. Tener Paz es gozar de Felicidad. Está al alcance de nuestra mano aunque nos cueste tanto el conseguirla y poseerla. Te puedes llenar de Paz observando el monte o el plácido mar, en los ojos alegres de un anciano o en la sonrisa de un niño, en el beso de una madre o el apoyo constante de tu marido o mujer. ¡Hay tantas cosas que nos ofrecen y dan Paz! Aunque lo que da la Paz verdadera es experimentar el Amor de Dios en tu vida, saber y agradecer que el Señor va hacer de nuestro existir según Su Sagrada Voluntad. La Paz con Dios adquiere otro sentido y otra dimensión. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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