Buen día nos de Dios. Comienza una nueva semana en la que el Señor nos abre puertas para que hagamos Su Voluntad aquí en la Tierra. Siete días para vivirlos intensamente y desgastarse haciendo el bien, ayudando a los demás, consolando al que tenemos a nuestro lado, comprendiendo situaciones, poniéndonos en el pellejo de nuestros hermanos. ¡Qué difícil resulta el ponernos en la piel del otro! Muchas veces parece que no queremos mirar hacia el lado que nuestros ojos se van y no nos percatamos que justamente junto a nosotros hay personas que no lo están pasando bien. ¡Qué pétreo y duro es a veces nuestro corazón! Dios nos da cada día una nueva oportunidad para que cambiemos nuestras miradas y las posemos en quienes realmente las necesitan. Aunque a veces, ¿No somos nosotros mismos los que necesitan que posen las miradas y nos ayuden a salir de túnel donde estamos instalados? No olvidemos que la caridad empieza por uno mismo y uno da de lo que tiene. Recemos al Señor que ilumine nuestros pasos. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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