Buen día nos de Dios. Parece que nosotros nunca hacemos nada malo, que nos ponemos nuestro particular paño de "pureza" en los ojos para no ver nuestras miserias y mezquindades. Parece que nosotros somos perfectos y los que inmediatamente nos rodean aunque con los demás no tengamos ningún tipo de consideración porque estos si que cometen pecados, tienen fallos garrafales, no merecen ni el aire que respiran. Lo bueno de todo esto es que Jesús nos pone a cada uno en nuestro sitio porque nos indica que vemos la paja en el ojo del vecino y no la viga que ciega la nuestra, que todos tenemos pecados y que todos hacemos algo mal porque nadie está libre de tirar la primera piedra. ¡Qué grande eres Señor y que te necesito! Eres la Luz en mi caminar diario donde sobra el enaltecimiento y carece de la verdadera humildad. Todos, es verdad, somos pecadores, que tenemos fallos, que muchas veces nos dejamos de ir aunque si tenemos a Cristo como Redentor nuestra vida cambia radicalmente hacia el Amor, hacia la caridad con los demás, hacia la misericordia que son virtudes que nos imprime el Señor para reblandecer nuestros duros corazones hasta hacerlos dóciles y mansos a Su Palabra. ¿Estás dispuesto a dejarte transformar por Cristo? Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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