Buen día nos de Dios. ¡ Qué bien nos iría en la vida si cumpliéramos la voluntad de Dios! En demasiadas ocasiones lo que nos pasa en la vida es por nuestra culpa, porque no vemos más que nuestro limitado horizonte y después comprobamos que tras este hay un mar inmenso a nuestra vista esperándonos. Abandonemos para siempre nuestras cegueras que no nos hacen nada bueno sino que nos proporcionan esa intranquilidad, ese desasosiego, esa desesperanza que no nos conduce a nada. Cuando comprobamos que la felicidad existe, que siempre ha estado junto a nosotros puede ser que nos sea demasiado tarde. De nosotros depende vivir en plenitud y hacerlo conforme Dios es conseguir que la felicidad reine en nuestro día a día más cotidiano. En un mundo que nos venden de todo para tenernos contentos, que nos quieren hacer olvidar a Dios y es en Él donde se alcanza la vida plena y llena en todos los sentidos. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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