Buen día nos de Dios. Hoy es el día del silencio, del llanto, de la íntima meditación, del dolor punzante en el corazón. Hoy es Sábado Santo y Jesús descansa en el Santo Sepulcro tras la horrible muerte que ha padecido. Ya descansa, ya nadie puede hacerle pasar más dolor. Se han ensañado con Él por ser demasiado Bueno, por darnos Amor a raudales, por anunciarnos un Reino en el que Dios es Padre y nos quiere como verdaderos hijos suyos que somos. Lo han asesinado por anunciar la Verdad que nos hará Libres. Muchos se habrán acostado satisfechos de lo que le han hecho. ¿Y sus conciencias? ¿Y las nuestras? ¿Estamos seguros que hemos hecho todo lo que teníamos entre manos para aliviar a Jesús en su penar? ¿Nos ha faltado valor? Estas preguntas y otras que surjan en nuestros corazones deben ser respondidas en la íntima reflexión que parte en el día de hoy, donde Cristo está muerto por todos nosotros. ¿Somos valientes o cobardes para hablar siempre de Jesús y hacer lo que nos dejó encomendado? En la esperanza de la Resurrección, recibid, mis queridos hermanos, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario