Buen día nos de Dios. ¡ Qué nos cuesta levantarnos todos los días! A más que pasan los años nos va doliendo todos los músculos del cuerpo y el solo hecho de dar el paso es motivo más que suficiente para pensarlo. Si te cuesta levantarte, si los dolores nos arrinconan y acobardan, si todo lo que nos rodea nos hace sufrir es cuando nos tenemos que poner en pie con la única misión de servir a los demás. ¡Así se manifiesta Dios en nosotros! Dándonos fuerzas donde antes había flaquezas para que con nuestro dolor mitiguemos el del hermano nuestro que sufre a nuestro lado. ¡Sí te cuesta, hazlo! ¡Si te duele hasta el alma, levántate y camina! Haciéndolo así estás dando Gloria a Nuestro Padre Celestial. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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