Buen día nos de Dios. El otoño y con él el frescor, las primeras lluvias, el sol empieza amarillear, la vida adquiere un nuevo ritmo que nos va preparando para el invierno. Así es todo. Nuestra fe también pasa por distintas estaciones, hay momentos de mucha intensidad y otras que la vivimos con menos aunque lo importante es vivirla. Puede ser que creamos que la hemos perdido aunque siempre permanece con nosotros aunque queramos mantenerla oculta y alejada de nuestra vida. ¡La Fe siempre está! Porque Dios no permanece impasible y siempre vela por nuestras vidas, aunque no lo queramos ver así, lo que nos da es libertad para escoger el camino por el que queramos caminar, aunque no sea el acertado, y siempre estará a nuestro lado con los brazos abiertos para darnos ese abrazo protector que tanto necesitamos. Vivir con los ojos de la Fe es vivir en y para el Señor. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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