Buen día nos de Dios. "No juzgad y no seréis juzgados" nos dice a diario Jesús. ¡Qué difícil nos es llevarlo a la práctica! Estamos todo el santo día juzgando y prejuzgando a todos los que nos rodean. Parece que estamos sometidos a una rueda giratoria donde debemos quedar bien siempre a los ojos de los demás para ser aceptados y queridos por todos y no nos damos cuenta de que eso es imposible porque no hay nada más duro que el corazón del hombre cuando se vuelve piedra. Ya puedes hacer malabarismos que la nota que te pondrá será suspenso sin derecho a recuperación. Si en vez de juzgar a los demás nos dedicamos a ayudar, a sonreír, a dar animo y apoyo a nuestros hermanos otro gallo nos cantaría y sobre todo estaríamos dando Gloria a Dios que es el único que nos juzgará en justicia y amor. ¡No pierdas el tiempo juzgando porque no sirve para nada! Bueno, para hacer daño de forma gratuita y eso es una manera de perder el tiempo. ¡Y es tan escaso! Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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