Buen día nos de Dios. Acabo de terminar mis oraciones y hoy sábado experimento, lo que ya se ha convertido en normal, una agradable sensación de paz interior que lleva a lo trascendente, a lo sublime que es estar en contacto con Dios. Debo reconocer que parto con ventaja pues estoy en Villaluenga del Rosario y desde aquí todo lo concerniente a la espiritualidad es más fácil. Solo hay que asomarse a la ventana y observar el paraje natural donde está enclavado mi pueblo. Rezar así es meditar cada oración, cada intención hasta llegar hacer una revisión profunda de ti mismo apareciendo delante tuya lo bueno y menos bueno que has podido hacer en esta semana.¡Tenemos toda una semana para corregir nuestros defectos! La solución: Fe en Dios, humildad y voluntad. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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