Buenos días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
Me gusta y mucho levantarme temprano cuando el buen tiempo reina en esta primavera tardía. Contrastes de colores donde el sol se va imponiendo ofreciendo claridad y también calor.
Olores mañaneros que nos indican: ¡¡Qué bien se está aquí!!
Silencio roto por el cacarear de las gallinas, el ladrido lejano de algún perro o el piar de los pajarillos que se postran donde quieren.
Sí, me gusta este tiempo porque se puede disfrutar en todos los sentidos.
Y me gusta porque en verdad son los pequeños detalles los que conforman el magnífico regalo que todos los días nos hace Dios al despertarnos.
Que hoy a pesar de los padecimientos, dolores, preocupaciones, enfermedades, compromisos no nos sirvan de barrera para abrir la ventana y respirar este aire tan puro que penetra en nuestros pulmones y envuelve nuestro ser permitiendo una labor curativa impresionante porque aunque las medicinas alivien solo Dios es el que en verdad cura.
¡Feliz sábado, feliz día!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Hoy quiero dedicar mi reflexión a mi mujer Hetepheres Benítez Collantesque no logra salir del "bache" de salud que le diera la cara esta pasada semana y que os pido a todos la tengáis en vuestras oraciones.
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