Buen día nos de Dios.
Los rayos del sol vuelven para animar esta primavera que está siendo demasiado gris y lluviosa.
Y con el calor nos acordamos del verano que está por venir.
Todos ansiamos el final de cada "curso" pues es una invitación a vivir unas determinadas fechas de forma más relajada donde las obligaciones quedan como aparcadas.
Necesitamos tomar fuerzas para retomar la misión nuestra de cada día.
Pero que llegue el verano no está reñido para que nos alejemos de Dios pues Él nos procura ese descanso que nada ni nadie nos puede llegar a dar.
Cuando estés en la playa o dando un paseo por el campo o la montaña huye del ruido y reza porque la oración ayuda y nos salva.
El buen tiempo con Dios es mucho mejor.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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