Buen día nos dé Dios. En este jueves, ,Día Eucarístico y del Patrón de España, elevo mí temprana oración para todas las víctimas del grave accidente ferroviario ocurrido ayer en Santiago de Compostela. Hoy es un día donde el dolor, la impotencia se hacen visibles con total dureza. Cuando ocurren este tipo de situaciones pienso en lo efímero, lo frágil de nuestras vidas. Queremos comernos el mundo y lo que tenemos es que cuidarnos de que no nos coma a nosotros. Nos creemos poseedores de fuerzas ilimitadas y que todo tiene que estar controlado bajo nuestro yugo. Somos poseedores de nuestra "verdad" y después resulta que con nuestros abusos todo es mentira. Todo esto nos sucede si nos dejamos, interesadamente, a Dios olvidado. Con Dios lo tenemos TODO , sin Él NADA. Todo o nada ahí radica el mayor y mejor de los secretos. Con Dios o sin Él. ¡Tu decides! Hoy "desde el tren" está de luto como España entera. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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