desde el tren: 2 de julio.

Buen dia nos de Dios. Si queremos ir bien en nuestra sociedad no podemos caminar por fuera del margen preestablecido. Parece que este mundo gris, apatico, lleno de incertidumbre, triste, melancolico, eternamente preocupado y enfadado ha generado sus propios cauces, su propio camino para que los demas transitemos por el. Todos tenemos la obligacion de levantarnos cada dia enfadado, lugubre, hastiado, lleno de apatia, malhumorado, triste, desesperanzado, mustio, sin ilusiones ni horizontes..., parece que si no estas dentro de estos canones eres un ser que hay que abatir, un "bicho raro" que hay que exterminar, quitar del medio porque esta demostrando con su vida que existe otra Vida. Conclusion: Hay que aniquilar toda alegria, todo color de una vida gris y triste por sistema. Entiendo que no soy de "este mundo", que aunque me preocupa y trabajo por un mundo mejor, mis anhelos, ilusiones, mi prioridad no es la Tierra sino el Cielo. Soy de Dios, estoy enamorado de El y eso me hace tener una fuente de alegria,esperanza, amor, fuerzas ante un mundo sin color. Los cristianos, los discipulos de Cristo debemos de hacer notar nuestra presencia poniendo color a la vida, dando alegria donde no la haya, poniendo esperanza donde no exista. Debemos ser valientes e ir contracorrientes, como nos recordo recientemente el Papa Francisco, y caminar de esta manera hace que te quieran excluir de todo y ante todos con criticas mordaces e intentando ridiculizarte con jocosos y malintencionados comentarios. Ahí tambien debemos actuar desde la humildad, la caridad con el projimo, ofreciendo la mano y la sonrisa a quien te esta ofendiendo, a quien te esta queriendo meter por el cauce de la vida que esta preestablecida y que al no ser de este mundo, lo ves todo con distintos ojos. El que tiene a Dios ante todo y cumple Sus Deseos y Palabras interfiere en este mundo gris de forma rompedora. Es una ventana abierta llena de luz ante la inmensa oscuridad que nos rodea. Vale la pena ser de Cristo! Y demostrarlo! Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.