Buen día nos de Dios. A hora y a deshora, a tiempo y a destiempo:¡REZA! La oración es lo que nos salva a nosotros y a los demás. Cuando las cosas te vayan bien: Reza. Cuando vayan mal: Reza. ¡Así de sencillo! Rezando todo se consigue, todo se alcanza, todo tiene explicación para nuestras almas. Por la mañana, por la tarde, por la noche: Reza y hazlo insistentemente porque Dios nunca se cansa de nosotros, más bien todo lo contrario. Hoy, ahora es un buen momento para rezar. ¿Lo intentamos? Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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