Buen día nos de Dios. Todos los domingos son importantes porque son el Día del Señor aunque este en concreto lo es aún más. Hoy domingo 24 de noviembre se celebra la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo así como concluye el Año de la Fe que ideó e instauró mi querido, admirado y añorado Papa Emérito Benedicto XVI y que lo ha continuado desarrollándolo hasta el final el querido por todos Papa Francisco. Y, en la intimidad espiritual donde estoy instalado, me pregunto: ¿Dejamos que Cristo reine en nuestras vidas o simplemente lo queremos cuando lo necesitamos? No podemos olvidar que Dios está siempre y permanece siempre en nuestras vidas, reina sobre ellas con el sólo fin de hacernos más felices, más plenos, llenos de amor y auténtica libertad. Él nos quiere siempre bien y nos anima para hacer el bien desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. ¿Te cuesta mucho hacer el bien y alejar el mal de tu camino? Para todo esto necesitamos de una fe fuerte y alimentada con la Palabra de Dios, con la Santísima Eucaristía y con horas de oración personal ante el Sagrario que contiene a Cristo Rey de nuestras almas y Universo. De ahí la gran importancia de la celebración de este Año de la Fe porque en el mismo no hemos realimentados, en todos los sentidos, para hacer que la misma se convierta en más fuerte, fundamentada, tangible. Sin la fe es muy difícil que Cristo sea Rey de Cielos y Tierra, con fe Jesús se convierte en en centro de mi vida, en el Rey de mi existencia. Hoy domingo 24 de noviembre encomiendo mis oraciones para el pueblo de Honduras que celebra elecciones legislativas y le pido al Señor que salga el que salga elegido sea para siempre para Su Mayor Gloria. También este es un día importante en lo personal pues es el cumpleaños de mi querida madre, que a pesar de ser muy anciana es un cascabel de alegría, buen ánimo y de FE. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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