Buen día nos de Dios. Por esta parte del mundo empieza hacer frio. El frío busca el calor como el hambre el pan. Si sentimos que la frialdad nos inunda, más de alma que de cuerpo, tenemos que buscar la única fuente que da calor en cantidad: Jesús. Él es nuestra chimenea que a su vera nos sentimos bien, en casa, en familia. Con Cristo todo es más fácil porque Él vino a salvarnos y a quitarnos problemas. Con nuestro Buen Pastor encontramos las fuerzas y las ganas para salir al mundo a llevar Su Palabra, para convertir con Su Ayuda que muchos que tienen y sienten la frialdad que nosotros sentíamos conozcan el fuego abrasador del Amor de Dios y cuando tengamos hambre tomemos del único alimento que da vida y no tiene fecha de caducidad: La Eucaristía. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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