Buen día nos de Dios. Hoy conmemoramos el día de todos los fieles difuntos. Es un día para el recuerdo, para la oración, para no olvidarte de todo lo que nos aportaron nuestros seres queridos que se marcharon a la Casa del Padre, de darle gracias a Dios por habernos permitido estar con ellos, haberlos conocido, aprender. Hoy es un día para las lágrimas que brotan del corazón porque el dolor se hace presente, pero es un dolor distinto porque sabemos que están en Presencia del Señor. Os hago un ruego: ¡Rezad! Rezad por vuestros familiares, amigos, conocidos que marcharon para gozar del esplendor de Dios y rezad también por esos difuntos olvidados a los que nadie reza y tanto lo necesitan. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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