miércoles, 26 de junio de 2019

26 de junio. Por sus hechos los conoceréis...

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Hoy Jesús nos dice en el Evangelio:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidado con los falsos profetas; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis.
Según san Mateo 7,15-20

Porque no todo el que se sube a un púlpito, a un atril, y tiene la responsabilidad de hablar a los demás quiere decir que nos guíen hacia el Bien, hacia la Salvación, sino todo lo contrario. Hay muchos zorros con piel de corderos, muchos lobos, muchos que con sus palabras y sobre todo hechos son los culpables de que muchos pierdan el norte de sus caminos, que incluso pierdan la misma Fe escandalizados de tanta impunidad que cometen siempre los mismos.
Por sus frutos los conoceréis dice el Señor aunque esos frutos sean duros, nos ahoguen, pues en verdad carezcan de vida.
Cristo nos señala el camino y a quienes debemos seguir para llegar a Él. Nos dice que el árbol dañado, que da frutos malos, es quemado en el fuego eterno, que ese es nuestro fin si ponemos nuestros afanes en las cosas de este mundo y abandonamos la senda que nos ofrece Dios cada día.
Jesús nos abre las puertas de su Sagrado Corazón, nos abre las puertas de la Iglesia a la que sentimos como Madre, para que nos cobijemos con gozo y se convierta en necesario oasis ante tanta deseperación, tanta sequedad, tanta quemazón.
No puedo entender que muchos nos cierren las puertas de la Iglesia porque se creen es suya y la misma ante todo y sobre todo es de Dios y después es tuya, es mía, es de todos la que la conformamos.
En la Iglesia, en la celebración de la Eucaristía, en la visita al Sagrario, no se entiende que se ponga un cartel de "cerrado por vacaciones" porque tú y yo podremos tenerlas pero Dios nunca coge vacaciones y Él no permite que se cierren las puertas de los templos por acomodos de unos o complacencias de otros.
Por eso admiro tanto a los sacerdotes que ejercen su ministerio apostólico en varios pueblos pues hacen lo indecible para celebrar la Eucaristía en estos porque saben que de la importancia que tienen para su grey el celebrar la Santa Misa, adorar y comulgar a Jesús Sacramentado principio y fin de nuestra vida de Fe.
En todos los ámbitos de la vida hay árboles sanos y árboles enfermos, hay quienes dan frutos buenos como otros que dan frutos malos, a los primeros hay que podarlos oportunamente para que sigan dando abundante fruto y los otros lo mejor es cortarlos de raíz, quemarlos en la pira, porque su legado es pernicioso y puede hacer daño gratuito a demasiados.
Por eso hay que pedir a Jesús en Su Sagrado Corazón nos dé la suficiente humildad, mansedumbre, para aceptar su voluntad, para dejarnos hacer, para intentar ser mansa oveja que sigue al pastor, ser buen árbol que da buenos frutos, ser un sembrador que siembra todos los días confiando que el Señor dé el oportuno fruto.
El no caer en el precipicio no está tanto en nuestras manos, siempre débiles, sino en la de Dios para que confiando en Él sepa llevarnos por senderos seguros y fiables en todo momento.
Dice mucho más el hondo silencio de la oración cuando eres públicamente maltratado que las palabras llenas de soberbia que se utilizan cuando te crees agredido.
¡Feliz miércoles!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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