Buen día nos de Dios. Amanecemos en un sitio y nos acostamos en otro. ¡Así es nuestra vida! Un continuo transitar. El cristiano debe ser de corazón inquieto aunque no salga de casa. No podemos, no debemos pararnos en modo alguno ante el sufrimiento, la necesidad, la soledad, la desesperanza del otro cuando sabemos que el "otro" es nuestro hermano. He podido ver y vivir esta situación en estos días que he pasado en Valladolid con el III Encuentro Internacional de " Blogueros con el Papa " en la persona de Cristina Llano. En ella Dios me puso la imagen de lo que debe ser la inquietud de un cristiano. Gracias querida hermana en la Eucaristía por tantas y tantas cosas. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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